miércoles, 30 de octubre de 2013
sábado, 26 de octubre de 2013
DONDE PUEDEN LLEVARTE LOS MALOS PASOS
El toxicómano que cayó al Arlanzón el día 17 aparece muerto en el Vena
I.E. / Burgos - sábado, 26 de octubre de 2013
Félix Velasco, de 50 años, era de Gamonal y llevaba una temporada en la calle por su adicción a las drogas. La Policía Nacional no halló en el cadáver signos de violencia
Félix Velasco, de 50 años de edad, llevaba una temporada viviendo en la calle, debido a los problemas de drogadicción que arrastraba desde hace años. Su cuerpo sin vida apareció ayer en el río Vena, dentro del agua, justo debajo del puente que salva el cauce en la avenida Casa de la Vega, en su confluencia con la avenida de Castilla y León. Se trata del mismo hombre al que los bomberos de Burgos tuvieron que rescatar el pasado 17 de octubre después de caerse al río Arlanzón, a la altura de la avenida de Palencia con calle Medina de Pomar, y romperse la clavícula.
Unos viandantes que cruzaban por el puente sobre las 11,30 horas en dirección hacia Coprasa se percataron de la presencia de un cuerpo en el río. Estaba boca arriba, el agua no le cubría el rostro y tenía las manos cruzadas sobre el vientre. Dieron aviso al 091, que enviaba varias patrullas de Seguridad Ciudadana de la Comisaría, de la Policía Judicial y también de la Científica. Tras un primer análisis del cadáver descartaron que el hombre hubiera sido víctima de una muerte violenta. No presentaba signo alguno de haber sido agredido, ni tenía señales de armas blancas o de fuego.
El acceso hasta el cauce no es sencillo en ese punto, debido al desnivel hasta llegar abajo, razón por la que tuvieron que acudir los bomberos. La comisión judicial -integrada por los forenses y la juez de guardia- llegó poco antes de las 13 horas para llevar a cabo el reconocimiento preliminar del cuerpo, al que practicarán la autopsia previsiblemente hoy. Ésta habrá de determinar cómo murió, si bien parece descartado que se ahogase, pues el agua del río Vena no le cubría la cara.
Pasadas las 13 horas, entre los bomberos y los trabajadores de la funeraria San José -adjudicataria de la recogida de cadáveres en la provincia- alzaron al fallecido a la camilla y lo ascendieron hasta el furgón que esperaba en Camino Casa de la Vega.
El lugar donde apareció el cuerpo soporta el paso de numerosos burgaleses que toman el parque lineal del Vena para efectuar sus paseos matutinos. Así que la zona se convirtió en un auténtico hervidero de gente que preguntaba qué había pasado e incluso se atrevían a aventurar sobre la identidad de la víctima. La Policía Nacional se vio obligada a perfilar un perímetro de seguridad para evitar que los curiosos se acercaran demasiado al lugar donde se encontraba el cadáver.
El pasado 17 de octubre por la mañana, un pescador se encontró al mismo hombre tendido junto a la orilla del río Arlanzón. Creyó que estaba muerto, pero no era así. Acudieron también los bomberos y descubrieron que estaba vivo, con síntomas de hipotermia. Los tres días anteriores a esa fecha había estado ingresado en el Hospital Universitario. Y allí volvió después de ser rescatado con la clavícula rota y magulladuras por su cuerpo. Estas marcas no eran signo de haber sido agredido, más bien se trataba de heridas sufridas a lo largo de su vida.
Unos viandantes que cruzaban por el puente sobre las 11,30 horas en dirección hacia Coprasa se percataron de la presencia de un cuerpo en el río. Estaba boca arriba, el agua no le cubría el rostro y tenía las manos cruzadas sobre el vientre. Dieron aviso al 091, que enviaba varias patrullas de Seguridad Ciudadana de la Comisaría, de la Policía Judicial y también de la Científica. Tras un primer análisis del cadáver descartaron que el hombre hubiera sido víctima de una muerte violenta. No presentaba signo alguno de haber sido agredido, ni tenía señales de armas blancas o de fuego.
El acceso hasta el cauce no es sencillo en ese punto, debido al desnivel hasta llegar abajo, razón por la que tuvieron que acudir los bomberos. La comisión judicial -integrada por los forenses y la juez de guardia- llegó poco antes de las 13 horas para llevar a cabo el reconocimiento preliminar del cuerpo, al que practicarán la autopsia previsiblemente hoy. Ésta habrá de determinar cómo murió, si bien parece descartado que se ahogase, pues el agua del río Vena no le cubría la cara.
Pasadas las 13 horas, entre los bomberos y los trabajadores de la funeraria San José -adjudicataria de la recogida de cadáveres en la provincia- alzaron al fallecido a la camilla y lo ascendieron hasta el furgón que esperaba en Camino Casa de la Vega.
El lugar donde apareció el cuerpo soporta el paso de numerosos burgaleses que toman el parque lineal del Vena para efectuar sus paseos matutinos. Así que la zona se convirtió en un auténtico hervidero de gente que preguntaba qué había pasado e incluso se atrevían a aventurar sobre la identidad de la víctima. La Policía Nacional se vio obligada a perfilar un perímetro de seguridad para evitar que los curiosos se acercaran demasiado al lugar donde se encontraba el cadáver.
El pasado 17 de octubre por la mañana, un pescador se encontró al mismo hombre tendido junto a la orilla del río Arlanzón. Creyó que estaba muerto, pero no era así. Acudieron también los bomberos y descubrieron que estaba vivo, con síntomas de hipotermia. Los tres días anteriores a esa fecha había estado ingresado en el Hospital Universitario. Y allí volvió después de ser rescatado con la clavícula rota y magulladuras por su cuerpo. Estas marcas no eran signo de haber sido agredido, más bien se trataba de heridas sufridas a lo largo de su vida.
jueves, 24 de octubre de 2013
QUESOS ARTESANOS
Como estudiante de Animación Sociocultural y siendo de Burgos Capital Española de la Gastronomía 2013, es importante que patrocine los eventos culturales, de ocio, gastronómicos, etc., para que la gente este informada y pueda PARTICIPAR en dichos eventos. Empezaré colgando esta foto sobre un encuentro de los quesos artesanos.
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